Me alegra saber que has decidido dirigir tu propia orquesta de té. Como dijo el tío Ben a Peter Parker: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Sin embargo, no debemos temerle; al contrario, debería generar intriga. Algo que ofrece dirigir tu propia orquesta de té es la flexibilidad, o, en otras palabras, la libertad. No obstante, es necesario darle estructura a esa libertad para disfrutarla en todo su esplendor.
En el escrito anterior, donde se te reclutó como director de orquesta de té, mencionábamos brevemente los grupos de elementos que estarías dirigiendo: el agua, el tiempo, el té, a los invitados y, por supuesto, a ti mismo. Antes de adentrarnos en cada uno, es bueno comenzar por lo básico, que paradójicamente es lo más complicado: la dirección, o, en otras palabras, tú mismo.
EL ETERNO APRENDIZ
Si bien ser el director es sinónimo de estar “en control” de todo y tener un alto nivel de conocimiento con relación a los elementos que diriges, es crucial mantener siempre en nuestra mente y corazón la humildad y la sencillez. Un ejemplo de esto fue el maestro Sen no Rikyū, quien vivió en un Japón donde el té simbolizaba grandeza y poder. En ese contexto, donde los espectáculos eran comunes al preparar té, decidió darle un giro de 180 grados y enfocarse en la belleza de la simpleza. Esta influencia es tan marcada que las ceremonias de matcha en Japón la reflejan.
Al final del día, serás tú quien dirija, pero no debes olvidar los siguientes valores, que deberían ser tus pilares: la armonía, el respeto, la pureza, la tranquilidad y la humildad. Los primeros cuatro provienen de los valores que Sen no Rikyū estableció como cruciales para una ceremonia de té.
Zavadckyte (2017) menciona que los cuatro valores implementados por Sen no Rikyū, introducidos por Murata Juko pero propuestos por última vez por él, son: la armonía (Wa), el respeto (Kei), la pureza (Sei) y la tranquilidad (Jaku), cada uno con su propio significado.
Zavadckyte (2017) Sostiene que se comienza con la armonía, ya que es necesario estar en paz con las personas y la naturaleza. Esta paz no se refiere solamente a la ausencia de conflictos, sino a ser considerados y tener presente cómo nuestras acciones influyen en los demás (tanto en personas como en la naturaleza). Esto permite no solo ser conscientes, sino también tener respeto por todos los involucrados en una sesión de té. En este contexto, tanto los invitados como el anfitrión deben ser tratados con el mismo nivel de respeto, comprendiendo que sin el otro no sería posible llevar a cabo la sesión de té.
Zavadckyte (2017) Describe que pureza se refiere tanto al ámbito físico como al espiritual (sin hacer referencia a ninguna religión). Es fundamental contar con utensilios limpios y una conciencia clara para poder encontrar la tranquilidad.
Como puedes observar, la filosofía del Wa Kei Sei Jaku es secuencial y con mucho sentido. Sin embargo, nos falta un concepto que, aunque no se menciona explícitamente, está implícito en cada uno de ellos y en su resultado final: la humildad.
La humildad es un tema complejo, similar a definir la ética; cada persona, según sus valores, experiencias y conocimientos, puede tener una perspectiva diferente. Para evitar entrar en un terreno complicado, definamos la humildad como la facultad de ser un eterno aprendiz.
En la metodología T.E.A. de Satoricha, la letra "A" significa "Aprender", y se define de la siguiente manera: Aprender es abrazar la eterna curiosidad, un viaje de descubrimiento y crecimiento constante. Ser un eterno aprendiz transforma y nutre nuestra alma en el camino. Y esto es lo que hace que un maestro inspire; como señala el autor William Arthur Ward: “El maestro mediocre dice, el buen maestro explica, el maestro superior enseña y el mejor maestro inspira”. Recuerda que “il meglio e l’inico del bene” – lo mejor es enemigo de lo bueno. Ser mejor solo se logra poniendo en duda constante lo que creemos saber, lo que nos lleva a la conclusión de que no hay verdades absolutas y siempre hay posibilidades de aprender algo nuevo, o incluso de reaprender algo que considerábamos bueno.
Puede que pienses: “Bueno… ¿y cuándo aprendo a preparar té?”. Si te hiciste esa pregunta, no te culpo; a veces, la emoción y la intriga nos ganan. Pero si ese es el caso, considera esto como tu primera lección para dirigir tu orquesta del té.
Preparar un buen té es tan simple como poner té de hojas sueltas en un recipiente, verter agua caliente y dejar infusionar. Sin embargo, recuerda que no decidiste incursionar como director de orquesta para preparar un “buen té”, sino para preparar uno mejor. Y déjame darte un pequeño avance: incluso cuando logres comprender cada elemento y hacer una sinfonía en tu taza, siempre habrá la posibilidad de hacer una mejor.
En este escrito, hemos cubierto una parte de nuestros elementos de la lista, específicamente: el director de la orquesta. Podríamos decir que hemos abordado de manera inicial el elemento principal y los subtemas del conocimiento, entorno e incluso el tema de los invitados.
La razón por la cual comenzamos y terminamos con el tema del director de orquesta es simple.
Greene (2020) afirma:
Puedes tomar de ti todo en la vida, y por lo general estará en algún lado. Tu riqueza se evaporará, los más recientes artefactos se volverán passés de forma súbita, tus aliados te abandonarán. Pero si tu mente esta armada […] no habrá poder que te lo pueda quitar. En medio de una crisis tu mente hallara su camino a la solución correcta […] Como dice Sun-Tzu “nuestra invencibilidad depende de nosotros”
Para lograr tal invencibilidad, tanto en la vida como en la dirección de una orquesta del té, es necesario conocernos a nosotros mismos, siguiendo el ejemplo de R. Greene. El maestro Sun Tzu también dice: “Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no debes temer el resultado de cien batallas. Si te conoces a ti mismo, pero no al enemigo, por cada victoria obtenida también sufrirás una derrota. Si no sabes nada ni del enemigo ni de ti mismo, sucumbirás en todas las batallas”.
No somos generales de algún ejército para conocer a nuestro enemigo. Sin embargo, somos directores de nuestra orquesta de té. Por lo tanto: “Si conoces al té y te conoces a ti mismo, no debes temer el resultado de cien tazas. Si te conoces a ti mismo, pero no al té, por cada taza balanceada que obtengas, también sufrirás una taza amarga. Si no sabes nada ni del té ni de ti mismo, sucumbirás en todas las tazas”.
Te espero para el siguiente artículo, donde presentaremos a la nueva dirección con los elementos que conforman su orquesta.
Hasta la Próxima.
Satoricha ~
Referencias
Greene, R. (2020). Las 33 Estrategias de la Guerra. Editorial Oceano de Mexico.
Zavadckyte, S. (2017). Japanese Tea: A Comprehensive Guide. Independently Published.