A lo largo de mi travesía en el conocimiento del té, he llegado a la conclusión de que, aunque esta bebida ha tenido y tiene una gran influencia en la cultura, estilo de vida, meditación, conocimiento y crecimiento personal, hospitalidad y otros aspectos positivos, también es una bebida controversial que puede llegar a ser problemática. El té ha sido causa de guerras, prejuicios y discriminaciones (muchas veces basadas en pertenencias) y otros aspectos negativos. Sin embargo, muchos de estos aspectos, tanto positivos como negativos, tienen un denominador común: el ser humano.
Si nos remontamos a los inicios de Satoricha en Instagram, podemos observar los primeros brotes de esta sección, donde su prefacio establece lo siguiente: “Es muy común escuchar que 'x' bebida es buena para tu salud. Algunos ejemplos:
- El vino es bueno para el corazón.
- El café es bueno para las migrañas.
- El té es bueno para prevenir el cáncer.
Si bien es cierto que hoy la ciencia ha dado cierta evidencia sobre tales aseveraciones, aún falta mucho por descubrir y comprobar respecto a los compuestos químicos de las bebidas y sus efectos en el ser humano.
'Química detrás del sabor' (hoy - 'La química del sabor' -) no se centra en los efectos de los componentes químicos de las distintas bebidas en la salud, sino en cómo estos juegan su papel en la complejidad del sabor de los alimentos. Todo esto es para que conozcas qué es lo que consumes. Para información más detallada sobre los componentes químicos y sus efectos, es mejor referirse a un especialista.
Cada alimento tiene una química detrás de ellos, desde las bebidas espirituosas hasta el té. Entre los elementos más comunes están: vitaminas, alcaloides, minerales, aminoácidos, lípidos, carbohidratos, fibras, pigmentos y fibras. Es necesario que comprendamos qué estamos ingiriendo para entender cómo nos afecta.
Recuerda: Al ingerir algo, tanto el que prepara como el que consume, tiene el deber y derecho de saber qué elementos lo componen y qué efectos tienen.”
Tristemente, el té no se libra de estigmas como: “El té es para gente 'cache'” o “El té es para gente enferma”. ¿Según quién? ¿Qué tan ignorantes debemos ser para creer tales aseveraciones? Pero ojo, el problema no solo recae en quienes creen dichos supuestos, sino en quienes los fomentan y difunden.
Basándonos en la premisa: "Al ingerir algo, tanto el que prepara como el que consume, tiene el deber y derecho de saber qué elementos lo componen y qué efectos tienen", el que ingiere debe asegurarse de lo que se le está ofreciendo. Sin embargo, el que prepara es juez y parte, por lo que toda la responsabilidad recae en él. El que no sabe es como el que no ve (Muchas veces el caso de los que ingieren), y el que prepara no debe poner tropiezo delante del ciego.
Gracias a nuestro progreso como especie, hemos logrado saber los valores nutricionales de nuestros alimentos, permitiéndonos conocer la verdadera influencia de estos en nuestra nutrición y cómo repercuten en nuestro estilo de vida. Sin embargo, Klosse (2013), menciona que no hay nada de malo en conocer lo que ingerimos, pero sí en cambiar “los alimentos” por “los nutrientes”, ya que con dicho pensar buscamos más a la industria que a la naturaleza. En la actualidad estamos más preocupados por lo que contiene nuestra comida que por aspectos igual de importantes como el placer de comer, funciones sociales e incluso el sabor.
Klosse (2013), sostiene que hemos cambiado nuestro enfoque hacia los alimentos de ser holístico y cultural a uno que es instrumental y técnico. Esto resuena bastante conmigo, porque en los últimos años, después de la crisis de salud del Covid-19, ha habido una tendencia a buscar el aspecto medicinal en todo. Un ejemplo es la irresponsable tendencia de hacer gárgaras con agua oxigenada.
El té no se libró de estas tendencias, y fue utilizado por muchas “marcas” y “empresas” de manera irresponsable. Estas empresas tomaron muy literal las palabras de Hipócrates: "Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento, tu medicina".
“Tome té verde para tratar su ansiedad” – Esta es una de las formas en que algunas “empresas” de té intentan llegar a su público meta, sin darse cuenta de que están ofendiendo a toda una cultura milenaria, desacreditando a la ciencia y sus profesionales, y engañando a sus consumidores.
Una empresa que brinde cualquier producto o servicio y no se preocupe por sus consumidores no debería ser capaz de ofrecer su producto o servicio. En aspectos de comidas y bebidas, se debe ser consciente de lo que se ofrece e informar al consumidor de lo que está adquiriendo. Veámoslo así: cuando vamos a un restaurante o compramos algo de beber o comer, confiamos nuestro cuerpo y nuestra salud a la marca. ¿No estás convencido? El 14 de octubre de 2012, la BBC News Mundo, publicó una noticia con el siguiente título: “Pocos días atrás, una adolescente británica debió ser sometida a una operación de urgencia para extirparle el estómago, después de haber bebido un cóctel que contenía nitrógeno líquido.” Algo tan insignificante como un cóctel causó tanto daño.
Bohacik et al., (2020), sostiene que James Hoffmann menciona que la preparación de café es específica y científica, lógica y rígida, mientras que el té es más relajado. Ambas bebidas pertenecen al rubro de la hospitalidad. Klosse (2013) describe que los aspectos culturales, sociales, emocionales y hedonistas de la comida son imprescindibles y están siempre presentes, pero muy pocas veces percibidos y considerados. No es por nada que el léxico de la palabra “compañía” significa – co (reunión) – panis (pan) – ia (cualidad), aludiendo a que es un grupo de personas que se reúnen para compartir un mismo pan.
No sea que, por buscar mejorar, echemos a perder lo mejor que tenemos.
Este escrito de la química del sabor es un prefacio tanto de la sección como de los escritos por venir, en los cuales abordaré los componentes químicos del té y cómo estos influyen en el sabor y cuerpo humano. De esta manera, la próxima vez que un “especialista” de estas “marcas” mencione algo como “inmunícese con este té”, podremos responder con propiedad que, si deseamos salud, iremos a un médico, nutricionista, psicólogo o cualquier otro profesional de la salud. Ver al té como una pastilla es una ofensa para toda una cultura milenaria, la ciencia y sus profesionales, y no es más que un intento de sesgar y engañar a sus consumidores.
Hasta la próxima.
Satoricha ~
Referencias
BBC News Mundo. (2012, Octubre 14). Los peligros de ingerir nitrógeno líquido. BBC News Mundo. Retrieved June 9, 2024, from https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/10/121011_peligros_nitrogeno_liquido_dl
Bohacik, M., Hoffmann, J., & Eighty Degrees. (2020, Noviembre). In conversation with James Hoffmann. Eightyº, 5, 137.
Klosse, P. (2013). The Essence of Gastronomy: Understanding the Flavor of Foods and Beverages. CRC Press.
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