Sopa de Letras: A

Sopa de Letras: A

Hace unos días, mientras hablaba con el portador del sombrero, me compartió la historia de una gran amiga suya. Durante su conversación, surgió el tema de los caballos al ver uno juntos. Ella le comentó que sentía un cariño especial por estos animales. Intrigado, él le preguntó si sabía montar a caballo, a lo que ella respondió que sí, gracias a su abuelo, quien a lo largo de su vida tuvo varios caballos.

Cada vez que llegaba un nuevo caballo, ella se encargaba de ponerles nombre. El último que recuerda, según cuenta el portador del sombrero se llamaba “Spirit”, como la película animada... aunque, siendo honesto, admite que no está seguro si era ese o "Valiente". Lo único claro es que el nombre provenía de una película animada.

Lo curioso es que el abuelo de esta amiga tenía una tradición muy peculiar al nombrar a sus caballos: los bautizaba siguiendo el orden del abecedario. Por ejemplo, si el caballo era el vigesimoprimero que tenía, su nombre debía comenzar con la letra “T”. Pero esto no era todo; además, el nombre debía provenir de una bebida espirituosa.

Así, un caballo cuyo nombre empezara con la “T” podía ser llamado “Tatascán”, un aguardiente de Honduras, destilado de la caña de azúcar y bastante reconocido. Este método no solo es ingenioso, sino también desafiante, ya que encontrar una bebida espirituosa para cada letra del abecedario requiere creatividad y conocimiento.

Tras escuchar esta historia, reflexioné sobre Recetas con Garra. Su nombre no está ahí solo por ser llamativo, sino porque representa un espíritu intrépido: recetas que van más allá de lo convencional, que me retan a salir de mi zona de confort, como ocurrió cuando preparé el Cheong de un año.

Inspirado por esta historia, decidí proponer un nuevo reto innovador para esta sección: cada receta de Recetas con Garra seguirá el orden del abecedario. Cada plato principal deberá estar complementado con una entrada y/o un postre, y, de manera opcional, alguna bebida, todos comenzando con la letra que corresponda.

¿El desafío adicional? Más allá de preparar las recetas, cada conjunto debe estar cuidadosamente maridado para lograr un balance, contraste o realce entre los elementos. Esto asegura que cada propuesta sea verdaderamente única y desafiante, rompiendo con lo convencional y llevándome —y a quienes lo prueben— a explorar nuevos horizontes culinarios.

Habiendo dado contexto y explicado el reto de esta sección, comencemos con la primera letra del abecedario (español): la letra A.

ENTRADA:

Amanida d'api, sonso i pa amb tomàquet - Ensalada de apio, sonsos y pan con tomate

Fuente original de la receta: Cuina a casa amb Carme Ruscalleda

Ingredientes para 4 personas:

  • 200 g de sonsos (tipo de pescado)
  • 50 g de aceitunas negras de Aragón
  • 4 lascas de tomates maduros

Para la jalea:

  • 1/2 apio (tronco)
  • 300 ml de agua mineral
  • Zumo de 1 limón
  • 2.5 hojas de gelatina
  • 1/2 guindilla seca (opcional)
  • 160 g de azúcar

Para la vinagreta:

  • 100 ml de aceite de oliva extra virgen
  • 10 ml de vinagre de cava
  • Sal al gusto

Otros:

  • Harina para enharinar

Preparación:

Preparar la jalea:

Licuar el apio (solo el tronco) hasta obtener 125 ml de zumo.

En una cacerola, poner a hervir los 300 ml de agua con el azúcar y la guindilla. Cocer durante 5 minutos.

Añadir las hojas de gelatina previamente hidratadas y mezclar hasta que se disuelvan. Incorporar el zumo de apio y unas gotas de zumo de limón.

Aliñar los sonsos con un poco de limón, sal, y enharinarlos ligeramente.

Cocer los sonsos durante 5 minutos en la mezcla. Guardar la jalea en un recipiente y conservar en la nevera.

 

Preparar la vinagreta:

Mezclar el aceite de oliva, el vinagre de cava y la sal hasta obtener una vinagreta suave. Reservar.

 

Preparar el apio:

Limpiar el resto del apio. Elegir las hojas más tiernas, pelar los troncos y cortarlos en bastoncitos.

Sumergir los bastoncitos en agua con hielo para mantenerlos firmes.

 

Preparar los tomates:

Cortar el tomate Raf en gajos.

Retirar las semillas de los tomates maduros, rallarlos y aliñarlos con aceite y sal. Reservar.

Preparar las aceitunas:

Deshuesar las aceitunas negras y cortarlas en trozos. Reservarlas con un hilo de aceite.

 

Montaje:

  1. Tostar las rodajas de pan hasta que queden doradas y crujientes.
  2. Colocar las rodajas de pan tostado como base en cada plato.
  3. Sobre la cama de pan, añadir los bastones de apio aliñados con las lascas de tomate.
  4. Distribuir gajos de tomate, bastones y hojas de apio aliñados con la vinagreta.
  5. Añadir porciones de jalea, trozos de aceituna negra y los sonsos preparados.
  6. Servir como entrada, disfrutando de la combinación de sabores y texturas.

MIS CONSEJOS & OBSERVACIONES:

Cabe mencionar que el libro está en catalán, por lo que utilicé el traductor de Google, lo que pudo haber causado algunas pequeñas barreras lingüísticas.

Jalea:

Hacer 125 ml de zumo de apio requiere una cantidad considerable de apio, y al final, la jalea sobra bastante. Recomiendo hacer una cantidad menor, siempre respetando las proporciones de los ingredientes.

En mi mercado no encontré láminas de gelatina, así que utilicé gelatina en polvo sin sabor, la que se suele usar para hacer pies de limón. ¿La cantidad? A ojo, yo usé aproximadamente 1/3 del sobre. También, dejar reposar la gelatina en la nevera durante al menos 20 minutos ayuda a darle una consistencia más espesa.

Vinagreta:

Al igual que la jalea, recomiendo hacer una cantidad menor si solo se planea usarla para esta receta, ya que se utiliza 1 cucharadita por cada tostada de pan.

La sal es una "pizca", lo que interpreto como sal al gusto. Te sugiero probar la vinagreta por separado hasta encontrar el equilibrio entre los ingredientes.

En mi mercado no encontré vinagre de uva, pero sí uno de champán, que considero similar. Personalmente, resultó muy bien.

Tostadas:

Opté por no utilizar los sonsos por dos motivos:

  1. No los encontré en mi mercado local.
  2. La combinación de pescado y carne no me sonaba apetecible; tal vez en otra ocasión.

PLATO PRINCIPAL:

Albóndigas italianas
Fuente original de la receta: Le Cordon Bleu. Recetas Caseras. Pasta

Ingredientes para 4 personas:

  • 4 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cebolla muy picada
  • 2 dientes de ajo muy picados
  • 1/4 de cucharadita de orégano fresco picado
  • 500 g de magro de res picado (carne molida magra)
  • 1 huevo ligeramente batido
  • 500 g de espaguetis (pasta seca)
  • Queso parmesano recién rallado para servir

 Para la salsa:

  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cebolla grande muy picada
  • 4 latas de tomate italiano entero pelado de 425 g cada una, triturado sin escurrir en un robot de cocina
  • 5 dientes de ajo muy picados
  • 1 hoja de laurel
  • 2 ramilletes de tomillo fresco

 

Preparación:

  1. Saltee la cebolla a fuego lento en la mitad del aceite durante 5 a 7 minutos o hasta que quede tierna. Retire del fuego, añada el ajo y el orégano, y mezcle bien. Escurra el aceite sobrante y resérvelo. Cuando la mezcla esté fría, incorpórela a la carne y mezcle todo bien. Sazone con sal y pimienta, y añada el huevo hasta que la mezcla quede bien ligada.
  2. Divida la carne en ocho porciones y forme bolas. En una sartén con el resto del aceite caliente, fría las albóndigas hasta que queden uniformemente doradas. Luego colóquelas en una fuente con papel absorbente para que se escurran.
  3. Para preparar la salsa, saltee la cebolla a fuego lento durante 5 minutos sin dejar que se dore. Luego añada el tomate, el ajo, la hoja de laurel, el tomillo y las albóndigas. Deje hervir los ingredientes a fuego lento, tapados, durante unos 20 minutos. A continuación, destápelo y cocine de 30 a 40 minutos, espumando si es necesario. Retire la hoja de laurel y el tomillo, y sazone al gusto con sal y pimienta.
  4. En una olla grande llena de agua hirviendo con sal, añada un chorrito de aceite para evitar que se pegue la pasta y cuézala siguiendo las instrucciones del fabricante.
  5. Escurra bien la pasta y sírvala en una fuente grande o directamente en platos individuales. Disponga encima las albóndigas con la salsa y sirva con el queso parmesano aparte.

MIS CONSEJOS & OBSERVACIONES:

Albóndigas:

  1. Procura usar orégano fresco, aunque no tuve problema con el orégano seco. Sin embargo, el sabor podría haber sido mejor con el fresco, además de que el orégano seco a veces contiene tallos que resultan molestos al consumir.
  2. Te recomiendo usar medio huevo batido en lugar de uno completo, y agregarlo poco a poco. A mí me pasó que, al usar un huevo entero, la mezcla quedó demasiado líquida, por lo que tuve que añadir un poco de harina para que las albóndigas mantuvieran su forma.

Salsa:

  • Cuando preparo pasta, me gusta evitar las salsas prefabricadas. Prefiero hacer mi propia salsa, que es relativamente simple. Según la cantidad de salsa que necesites, la cantidad de tomates variará. Para cuatro personas (espaguetis), me funcionan bien de 5 a 6 tomates grandes y maduros (evita los tomates con tonalidades verdosas). Les hago una pequeña "X" en la parte posterior.

Hierve agua suficiente en una olla para cubrir los tomates. Al hervir el agua, agrega los tomates hasta que la piel se desprenda. Retíralos del agua, colócalos en un recipiente con agua con hielo para detener la cocción, y luego licúa los tomates. ¡Listo! Tendrás salsa de tomate casera.

 

BEBIDA:

Arnold palmer
Fuente original de la receta: Oh, How Civilized: All Things Tea, Coffee, and More.

Cold brew de té:

  • 2 tazas de agua
  • 1 cucharada de té negro
  • Hielo

Limonada:

  • 1 ⅔ taza de agua
  • ⅓ taza de jugo de limón
  • 2 ½ cucharadas de azúcar

MIS CONSEJOS & OBSERVACIONES:

Cold brew:

El té negro que utilices dictará la intensidad final del sabor. Yo opté por el té negro Smooth Jazz de Renegade Tea Farms, que tiene un sabor suave y amaderado. Al prepararlo caliente en un gaiwan, me recuerda a un tipo de leche con un toque suave de chocolate. Para el cold brew, usé una proporción de 20 g de té por 500 ml de agua y lo dejé reposar en la nevera durante al menos 12 horas.

Limonada:

Como extra, agregué 1/3 de jugo de naranja para darle una dulzura adicional y un toque cítrico.

Montaje:

Primero, vierte la limonada, luego el té. El ratio que utilicé fue 50/50 (50% cold brew, 50% limonada).

 

EL MARIDAJE:

Basado en lo que aprendí del libro Tea Wine Sober Sibling de Mariella Erkens, tanto la entrada como el plato principal tienen sabores "ricos" o intensos. Sin embargo, la entrada tiene un inicio dulce complementado con una acidez sutil de la vinagreta, que balancea la frescura del apio.

Las albóndigas y la pasta también tienen un toque dulce al principio, pero este es más sutil en comparación con los sabores del orégano, tomillo y ajo que predominan en el plato.

En cuanto a la bebida, inicialmente pensé que la mezcla no funcionaría, pero fue una excelente decisión. La limonada, gracias al limón, limpia el paladar y evita que la combinación de los platillos sea demasiado pesada. Además, el postgusto de cacao y madera del té complementa perfectamente los sabores de los platos.

Si prefieres otra bebida, te sugiero evitar gaseosas o bebidas demasiado dulces, ya que saturarían el paladar. En su lugar, puedes optar por refrescos más ligeros, como limonada, fresa o menta.

Sopa de letras a

Si decides probar estas recetas, ¡házmelo saber en los comentarios! Acepto toda sugerencia, consejo o comentario. También puedes compartir tus propias recomendaciones o recetas para futuras entregas de Recetas con Garra.

 

 

Satoricha ~

 

Referencias

Choe, J. (2020, Agosto 20). How to Make an Arnold Palmer Drink. ohhowcivilized. https://www.ohhowcivilized.com/arnold-palmer-iced-tea-lemonade/

Erkens, M. (2022). Tea: Wine's Sober Sibling. Lannoo N. V., Uitgeverij.

Le, C. B. (1999). Pasta - Recetas Caseras. Könemann.

Ruscalleda, C. (2005). Cuina a casa amb Carme Ruscadella: receptes per a cada mes amb productes de temporada. Salsa Books.

Satoricha

Satoricha, el enigmático gato con sombrero, es un personaje que pocos han llegado a conocer, pero muchos se preguntan quién es realmente… incluso si existe de verdad. Algunos dicen que lo han visto entre hojas de té al caer la tarde, mientras otros creen que es solo una leyenda que acompaña historias antiguas sobre hospitalidad y momentos compartidos. Sin embargo, su presencia es inconfundible: elegante, curioso, y siempre un paso adelante. Nadie sabe exactamente de dónde vino o qué busca, pero aquellos que se cruzan con él no pueden evitar sentir que hay más detrás de esa mirada felina y su sombrero lleno de secretos.

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